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Thursday, October 06, 2011

De como los paises emergentes enfrentaran la crisis

A ver, imagina solo por un momento que eres el Presidente de un Banco Central en un éxitoso país emergente. facil que estás viendo con legítima preocupación (y una mezcla de asombro e ira) como la paralizante crisis de la deuda europea se extiende (desde Grecia, contagiando a España e Italia) y la disfuncional política americana no deja revivir su moribunda economía.

.... and the question is:
¿Le reconforta la impresionante capacidad de resistencia interna de su país y el contrarrestar los vientos deflacionistas que soplan desde occidente, o juegas a lo seguro e incrementas las reservas preventivas de tu país?

Esta es la pregunta que enfrentan varias economías de mercados emergentes y su impacto se extiende mucho más allá de sus fronteras. De hecho, es una pregunta que también habla de las perspectivas cada vez más preocupantes para la economía global.

El hecho de que los paises desarrollados se esten planteando esta pregunta es algo novedoso y notable. Se puede agregar esto a la lista de las cosas impensables que hemos presenciado últimamente.[1] Dicha lista incluye, sólo en las últimas semanas, la pérdida de los Estados Unidos de su calificación sagrada triple A por parte de S&P, su coqueteo político con un default de deuda (solo producto del Tea Party??? ... I don't think so !!!!), la creciente preocupación sobre la reestructuración de la deuda en las economías de Europa periférica y hablar de que una ruptura en la eurozona sea posible (sic), y medidas drásticas como la de Suiza para reducir (sí, reducir) su estatus de refugio seguro (deprecio su moneda en un solo dia en 10%, guauuu!!!!).

La respuesta a la pregunta de los mercados emergentes se ha venido haciendo desde hace algunos años atras. No en la actualidad.

En el mundo antigüo, el malestar económico de Occidente ya hubiera retirado la alfombra de debajo de la mayoría de los países emergentes. De hecho, la sabiduría convencional - con el apoyo de muchas experiencias dolorosas por cierto - es que cuando los países industrializados estornudaban, el mundo emergente se resfriaba.

Hoy, sin embargo, varios (aunque no todos) países emergentes se están beneficiando de años de esfuerzos considerables para reducir su vulnerabilidad financiera mediante la acumulación de enormes cantidades de reservas internacionales. Uno de estos paises es el Peru. También han pagado una parte significativa de su deuda externa y convirtieron gran parte del remanente en moneda local más manejable para sus pasivos.

Esta fuerte mejora de su balance ha sido fundamental para que los países emergentes se recuperen con fuerza de la crisis financiera global del 2,008-2,009, mientras que occidente continua cojeando. De hecho, hasta la reciente restaurada recesión en América y Europa, las mas importantes politicas del mundo emergente apuntaron al excesivo crecimiento(como en el caso de china, india y turkia), la creciente presión inflacionaria (Brasil, India, Rusia, Argentina), y el recalentamiento de la economía (Chile).

Los países emergentes de hoy en día tienen una considerable flexibilidad en sus políticas y mucha mayor amplitud para actuar de la que tenían en el pasado. En consecuencia, frente a un debilitamiento de la economía mundial, se enfrentan a dos opciones políticas básicas.

Por un lado, pueden compensar la debilidad global mediante su propia demanda interna “turbo-cargada” a través de estímulos fiscales agresivos. Esto protege a sus poblaciones de los problemas de Occidente y, a nivel mundial, proporcionan un impulso a la lucha contra el deterioro de las perspectivas mundiales.

En el proceso, cambiarían algunos de los énfasis de su política desde la producción hasta el consumo. En efecto, correrían por la senda del superávit comercial y, en algunos casos, permitirian que sus monedas se aprecien. Sus reservas internacionales se reducirían y/o su deuda aumentaría.

Por otro lado, estas economías pueden optar por un mayor auto-seguro. En este escenario, en lugar de estimular la demanda interna, podrían fortalecer sus defensas, posicionándose para un invierno largo y tormentoso de la economía mundial. De este modo, se reduciría al mínimo el deterioro de sus excedentes comerciales, manteniendo tipos de cambio competitivos y protegiendo sus reservas de divisas y posiciones de acreedor neto. En el proceso, se acentuaría la presión sobre la economía global de crisis aparentemente interminable de Occidente.

Sospecho que los corazones de los policymarkers de mercados emergentes están abogando por la primera. Después de todo, un estímulo interno ayuda a mantener el crecimiento económico. Por otra parte, una política contra-cíclica sería una señal para el mundo de la voluntad de estos países a asumir responsabilidades globales.

Pero también sospecho que sus cabezas (secretarios de hacienda, ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales) están advirtiendo en contra de gastar mucho dinero en un intento por llevar a cabo una tarea difícil, si no imposible. Después de todo, hay pocos indicios de que las economías emergentes podrían cortar, eficaz y sosteniblemente, una desaceleración sincronizada grande en Occidente, especialmente cuando se trata con el riesgo de otra crisis bancaria.

Me inclino a creer que prevalecera el buen juicio, pero no completamente. Las economías emergentes tomaran algunas medidas, incluyendo recortes de tasas de interés, para garantizar el crecimiento interno. También darn una señal de buena voluntad de ayudar económicamente a Occidente. Pero esos pasos, aunque notables, resultan insuficientes para contrarrestar totalmente la desaceleración que emana de Occidente, y desde luego no iba a cambiar sustancialmente el panorama para los Estados Unidos y Europa.

A pesar de sus sólidos fundamentos, los países emergentes todavía se sienten vulnerables frente a la debilidad económica de Occidente, el déficit fiscal y la parálisis política. Por otra parte, sabemos por experiencia que no hay soluciones fáciles e inmediatas a la carga de la deuda de Occidente y los obstáculos estructurales al crecimiento. Y ellos (los emergentes) no se hacen ilusiones sobre la posibilidad de una coordinación efectiva de políticas globales.

En tales circunstancias, los policymakers en los mercados emergentes evitaran audazmente la prudencia. Ellos esperan un invierno corto para la economía global, pero su plan y su posición son de largo. Por consiguiente, se limitan por lo riesgoso de la política de perder lo ganado duramente en los últimos 10-15 años.


Notes

[1] La Teoria de Eventos de cisne negro me viene a la mente.
El término cisne negro fue popularizado en 2007 por el exitoso libro del inversor Nassim Nicholas Taleb. Se deriva de la antigua creencia, promovida alguna vez en Occidente, de que todos los cisnes son blancos, una noción que resultó ser equivocada cuando exploradores europeos descubrieron cisnes negros en Australia. El punto medular de la historia es que todo es posible. De hecho, grandes sorpresas son más comunes de lo que la gente piensa.

Tomado esto ultimo del blog "El mercado espera un cisne negro"

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